Despierta tu lado místico con el Equinoccio de Otoño en Chichen-Itzá
Aunque hay cientos de tesoros arqueológicos que se pueden explorar en México, Chichén Itzá es sin duda el más famoso y mejor conservado. Su proximidad a Cancún lo ha convertido, con diferencia, en el yacimiento arqueológico más visitado de México y uno de los más visitados del mundo. Chichén Itzá, que fue el centro de la actividad política y económica del mundo maya, prosperó desde el año 600 d.C. hasta el 1200. Su pieza central, El Castillo, es una estructura piramidal también conocida como el Templo de Kukulkán. Gracias a los esfuerzos de restauración y mantenimiento por parte del gobierno mexicano, aún se conserva en un estado que la mayoría considera excelente.
Dos veces al año, una en primavera y otra en otoño, Chichén Itzá cobra vida cuando el sol se sitúa directamente sobre el ecuador y la duración del día y la noche es casi igual. El equinoccio de otoño, el 23 de septiembre, atrae a miles de visitantes que se reúnen en Chichén Itzá para presenciar un sobrecogedor fenómeno de movimiento de sombras conocido como la «serpiente de luz» cuando el sol se alinea con el Templo de Kukulkán.
En concreto, una sombra de 10 pisos de una serpiente gigante aparece mágicamente al atardecer y desciende lentamente por los escalones de la pirámide como si descendiera de los cielos. El efecto de sombra desciende lentamente por cada escalón hasta conectar con una enorme cabeza de serpiente en la parte inferior de la escalinata de la pirámide. El recorrido de la sombra comienza a última hora de la tarde y dura unos cuarenta y cinco minutos antes de desaparecer entre la multitud. Cuenta la leyenda que ese día Kukulkán, conocido como el dios serpiente emplumada, desciende de los cielos para bendecir a sus creyentes en la tierra, y luego sigue su camino hacia el inframundo. Hoy en día, este acontecimiento místico demuestra lo que muchos creen que es un asombroso ejemplo de los avanzadísimos conocimientos astronómicos, científicos y geométricos de la antigua civilización maya.
Durante la celebración del Equinoccio de Otoño, los visitantes también tienen la oportunidad de participar en diversos rituales y ceremonias dirigidos por sacerdotes mayas. Antes de la puesta de sol de la tarde, el lugar se llena de una atmósfera casi carnavalesca, con antiguos rituales de purificación, yoga y meditación, música moderna y tradicional, espectáculos de danza y una gran variedad de auténtica cocina maya. Los visitantes proceden de todo el mundo y suelen vestirse de blanco para librarse de las «malas vibras» y absorber la energía positiva del nuevo sol. Tanto si es un aficionado a la historia como si busca la curación espiritual o simplemente siente curiosidad por la cultura maya, el Equinoccio de Otoño en Chichén Itzá es una experiencia inolvidable.
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